domingo

Muro.-

El muro aparece nuevamente pero, esta vez, amenaza en destruir mi integridad completamente. Genera esta lucha interna, entera, entre mis ganas y mis desganas. El muro construido pacientemente entre angustias e inseguridades, ladrillo a ladrillo, para evitar el fracaso. Ese muro que me muestra independiente, desprejuiciada, confiada, es el mismo que oculta mi independencia. Mi prejuicio. Pero sobre todo, el miedo. Y será, mas tarde, aquel que evite descubrir que no era el fracaso sino la plenitud aquello que amenazaba, pero es demasiado tarde. La pared es alta, oscura y húmeda, y me oculta y protege, pero a su vez me enfría y me opaca. Y al momento que aparezca nuevamente, pleno, me sentiré alejada. No sirve. Es necesario arriesgarse.

"El que no arriesga no gana".-

2 comentarios:

Jupitariana dijo...

Ningun muro en exceso de alto.. es tan bueno. A veces en su construcción, debemos preveer, dejar un cuadro que nos deje en contacto cn el exterior.

Saludos desde Júpiter ! =)

Ann dijo...

No es protejerse, es alejarse.

Desde dentro se te ve mejor, te lo aseguro. Dejalo entrar.