sábado

Vacía.-

Estoy muy cansada. A ultimo momento, elijo quedarme en casa, sin nada que hacer, antes que enfrentar la fría noche y las mas frías todavía caras que pueda llegar a traerme un sábado de agosto, poblado de extraños seres que pululen por las calles de Buenos Aires. Me quedo, esta vez, en paz conmigo misma, oyendo melodías de cambios de mar. Melodías pegajosas, tristes y angustiadas. Supongo que soy yo quien este pegajosa, triste y angustiada. No por decisión, no de forma conciente ni premeditada. Simplemente, vestida y con la base puesta, elijo quedarme esta noche fumando y pensando, fumando y pensando, fumando y pensando. Fumando un atado de Phillips que espero no haber abierto hoy, por que se esta terminando. Pensando estados, pálida, pensando sensaciones que aparecen y que disfruto aunque me tiren el corazón hasta el centro, muy adentro. No entiendo que me pasa. No entiendo que es lo que me angustia. Pero estoy angustiada, no me llenan las banalidades ni las cosas verdaderas. Vacía. Esa es mi palabra, vacía completamente de todo, vacía de nada. Luchando por causas perdidas, como me decía. Supongo que estoy haciéndolo bien.

Supongo.-


No hay comentarios: